lunes, 6 de septiembre de 2010

BRUSSELS | Thu Sep 2, 2010 2:16pm EDT

BRUSSELS (Reuters) - European Union diplomats agreed on Thursday to set up pan-EU financial watchdogs by the start of next year, to lead a clampdown on the bankers that many blame for the worst recession in a generation.

The trio of new financial sheriffs, to monitor banks, insurance companies and trading on markets, will be complemented by a group attached to the European Central bank that will keep watch for other economic risks like a property price bubble.

"We have reached a crucial milestone," said Michel Barnier, the European commissioner in charge of a reform of financial rules. "We have reached a political consensus on the creation of a European financial supervisory framework.

"The weaknesses of the national supervisors in the crisis has led to this creation of new powerful European authorities," said Sven Giegold, a German law-maker involved in the negotiations. "This means more Europe."

The shake-up, controversial because Berlin and London feared it would undermine their own authority over the financial sector, establishes agencies that can overrule a national regulator like the Bank of England.

They will be able to intervene in the regulation of individual banks in London and elsewhere. But their resources as well as freedom to sideline national agencies will be limited.

Their creation nonetheless centralizes financial supervision in Europe, a more fundamental shift than any foreseen in Washington.

"We had supervisory failures big time," said Nicolas Veron of Brussels think tank Bruegel.

"So we need to fix the system. The new agencies are starting small but this is the first time in the world that we have the creation of super-national financial authorities."

The agreement on supervision also clears a hurdle to writing many of the other rules for financial reform in Europe, which depend on the creation of the new authorities.

It would, for example, be up to the new markets agency to impose any bans on short-selling if markets wobbled.

"These new authorities will have the final word in mediating a dispute between national authorities in a case like Fortis," said Karel Lannoo of the Center for European Policy Studies, a Brussels think tank.

"They will be in charge and this is a historical change. Although lack of money will hinder their work, some, for example in markets, could become as powerful as the Securities and Exchange Commission."

European countries and law-makers from the bloc's parliament have been bogged down in disagreement over how to reform much of the financial industry.

Talks to break an impasse over new rules for hedge funds and private equity have so far failed to break an impasse over the treatment of off-shore and foreign funds.
Brussels, 2 September 2010


Financial supervision: Ambitious political deal reached to protect citizen's interests. José Manuel Garcia-Margallo MEP




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The European Parliament and the Belgian EU Presidency have reached an agreement on the so-called financial supervision package, the set of legislative proposals due to create a new system of financial supervision in Europe.



"I think we have reached an ambitious deal that will protect citizens' interests; it's a big step for Europe", said EPP Group MEP, Jose Manuel Garcia-Margallo, Vice-Chairman of the Economic and Monetary Affairs Committee in the European Parliament.



The legislative package is the main EU response for avoiding another financial crisis and the political deal "will provide that 'main street' no longer pays for the 'irrational exuberance' of financial entities and avoid more systemic financial crises", added García-Margallo, Rapporteur on the creation of a European Banking Authority (EBA), one of the key proposals of the package.



As most of the proposals fall under the decision-making process where the Parliament shares equal power with the Council of Ministers, the compromise reached today should be first confirmed next week at the EU Ecofin Council, then at the end of September by the European Parliament plenary.



The proposals push for direct supervision of systematically important cross-border banks, with national supervisors acting as agents of the EBA. Similar European supervision authorities will also be created for securities and markets and insurance. A European Systemic Risk Board will be created, chaired by the European Central Bank President for the first five years, to assess and prevent potential risks to financial stability. It will address warnings to the different supervision authorities, as well as to the Council and the European Parliament.



"There is a very simple reason for all this new supervisory architecture. National supervisors do not have jurisdiction to control financial entities able to operate without obstacles throughout the whole European continent. We need to learn from what has happened and build a system so that, in the case of a new crisis, we do not find ourselves as vulnerable as now," García-Margallo explained.



For further information:

José Manuel GARCÍA-MARGALLO Y MARFIL MEP, Tel: +32-2-2845904

Pedro López de Pablo, EPP Group Press & Communications Service, Tel: +32-475-493352

miércoles, 2 de junio de 2010

LA GLOBALIZACIÓN: IDEAS GENERALES

José Manuel Garcia-Margallo


(1). Considerando que la globalización es un fenómeno revolucionario, completamente nuevo, cuya principal característica es la diversificación de los procesos de producción y la división del trabajo en el seno de grupos multinacionales que pueden localizar sus empresas prácticamente en cualquier lugar del mundo aprovechando las nuevas tecnologías y el crecimiento exponencial de los flujos financieros internacionales.

(2). Considerando que la globalización ha propiciado la aparición de unos agentes económicos que adoptan decisiones "parapolíticas" que se imponen a los Estados y condicionan su actuación. Entre las cien mejores economías del mundo, 51 son empresas multinacionales y solo las 49 restantes son Estado-nación. Si antes de la II Guerra Mundial lo que cualquier país temía una invasión extranjera, en los tiempos que corren, el temor es que los extranjeros y sus capitales pasen de largo para establecerse en cualquier otro país.

(3). Considerando que la globalización no puede concebirse como un gigantesco proceso de desregulación y que corresponde a los poderes públicos (internacionales y nacionales) establecer un marco en que la economía global pueda funcionar de forma ordenada así como corregir los defectos más notorios del mercado. Es cierto que no existe alternativa real a la globalización, pero la globalización ha producido daños colaterales y no ha beneficiado a todos por igual. Competitividad, compensación social y protección del medio ambiente son los tres pilares sobre los que debe apoyarse un concepto comprensivo del desarrollo sostenible que obliga al conjunto de actores y ciudadanos que pueblan la tierra.

(4). Considerando que los Estados-nación por fuertes que sean no pueden resolver en solitario los problemas que plantea la internalización; solo integrándose en organizaciones supranacionales podrán hacer frente a los desafíos que plantea la globalización, aunque ello condicione muchas de sus políticas internas. Ni la elaboración de leyes, ni su aplicación, ni la resolución de conflictos pueden desarrollarse como en los tiempos en que la soberanía estatal era absoluta. La autonomía de los Estados nacionales está condicionada por los compromisos contraídos con los organismos internacionales a los que pertenecen (restricción jurídica). Además, es obvio que la política económica esta enormemente condicionada por unas reglas no escritas que sancionan el arbitrismo con el ostracismo y la pobreza.

(5). Considerando que la globalización ha provocado unos cambios radicales en las estructuras económicas entre las que cabe destacar: el aumento vertiginoso de los movimientos migratorios, la competencia creciente de los productos de los países emergentes, la deslocalización de las empresas hacia países con salarios más bajos o parámetros medioambientales menos estrictos, el outsourcing de los servicios, el papel estelar de la economía financiera, el desplazamiento del ahorro hacia los países menos desarrollados y la lucha por los recursos naturales escasos.

(6). Considerando que los países que mejor comportamiento han tenido en materia de crecimiento, empleo y comercio internacional han sido los que más han avanzado en el desmantelamiento de obstáculos al comercio y movimientos de capital, creación de empresas, simplificación del ámbito regulatorio y protección de la seguridad jurídica, educación y formación. Los que han mantenido sus fronteras cerradas y se han mostrado más reacios a la hora de liberalizar sus mercados de capitales están en la cola del pelotón.

(7). Considerando que la posición relativa de los distintos países ha cambiado mucho desde la postguerra hasta nuestros días. En 1955, la proporción que Estados Unidos representaba en el PIB mundial era el 36, 3%, el de la Comunidad Económica Europea el 17,5% y el de Japón el 2,2%. En 2008, la economía americana sumaba 20,3%, la europea (UE27) 26,38% y la Japonesa 6,24%. Sólo Brasil, Rusia y China representan el 40% de la economía mundial y rebasan el 15% del PIB global y que dentro de 50 años sólo China e India absorberán el 50% de la riqueza global.

(8). Considerando que la Unión Europea no estaba avanzando al mismo paso que nuestros competidores más directos en los tiempos inmediatamente anteriores a la crisis. Estados Unidos creó en diez años (1997-2007) 1,2 empleos nuevos por cada puesto de trabajo "cedido" a las economías emergentes; la UE solo creó 0,8 empleos por cada puesto perdido como consecuencia de la deslocalización empresarial. China e India crecieron más deprisa que nosotros y, lo que es más importante, exportaban ya antes de la crisis productos de tecnología avanzada (telecomunicaciones, electrónica, ordenadores etc.)

(9). Considerando que los países emergentes y los Estados Unidos están saliendo de la crisis con más celeridad y más fortaleza que la UE y Japón. Según el último informe del Fondo Monetario Internacional, el próximo año, China crecerá un 9,9%, India un 8,4%, los EEUU un 2,6%, mientras que la UE (27) sólo crecería un 1,8% y los países del euro creceríamos sólo un 1,5%. Los países más desarrollados crecerían según este informe un 2,2% mientras que las economías asiáticas recientemente industrializadas crecerán un 4,3%. Cifras que auguran nuevos cambios en el orden económico mundial.

(10). Considerando que antes de la crisis entraban en la UE 1,4 millones de inmigrantes legales a los cuales hay que sumar todos aquellos que entraron de forma ilegal, mientras que los EEUU con un territorio dos veces mayor recibían en esos mismos años unas 900 mil personas. La proporción que los inmigrantes representan respecto de la población total es menor en la UE que en EEUU, Australia o Nueva Zelanda. Es también menor la proporción de trabajadores respecto de la mano de obra total. El problema estriba en que la inmigración crece más deprisa en la UE que en el resto del mundo y es también mucho más rápida la proporción de extranjeros que se incorporan en el mercado laboral.

(11). Considerando que el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero está en el origen del calentamiento global y que la defensa del planeta se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos. En la actualidad nadie duda que la mayor parte de los gases contaminantes proceden de la combustión de carburantes fósiles asociada a la industrialización y que la deforestación, la agricultura intensiva y la ganadería contribuyen en gran medida al efecto invernadero.


LA GOBERNANAZA GLOBAL



1. El diseño de una nueva gobernanza mundial exige tener previamente una visión precisa de la configuración del mundo. Después de la caída del muro de Berlín (1989) y de la desaparición de la URSS pareció que no había ninguna potencia alternativa a la de los EEUU. Las cosas empiezan a cambiar con el ataque a las Torres Gemelas (2001) y hoy sabemos que si bien los EEUU siguen siendo la mayor potencia económica y militar del mundo, tendrán que contar con Rusia, China, la UE y otras potencias emergentes para hacer frente a los desafíos -el terrorismo internacional, las guerras de Afganistán e Irak, la lucha contra el cambio climático etc.- que nos aguardan. Esta emergiendo un nuevo orden multipolar que irá progresivamente substituyendo al orden unipolar que regía hace tan solo unos años.

2. Si la historia enseña que los cambios en las estructuras culturales, económicas y sociales se traducen necesariamente en las estructuras políticas, parece obvio que un cambio tan revolucionario como el que supone la globalización por fuerza introduzca cambios importantes en las instituciones políticas que hemos heredado del pasado siglo.

3. La globalización es una oportunidad para todos los países, cualquiera que sea su nivel de desarrollo, siempre que sean capaces de moverse, de reformar su legislación, de flexibilizar sus mercados, de eliminar sus cargas que sus empresas ya no pueden soportar ante la competencia de terceros. Muchas de las reformas que se requieren son radicales, no simples retoques del maquillaje.

4. Un tratado multilateral concretaría los derechos y obligaciones de los países de origen y destino en materia de inmigración. Los países de origen estarían obligados a controlar las salidas de sus residentes y readmitir a aquellos que emigrasen de forma irregular. Los países de acogida tendrían derecho de fijar cupos de admisión pero también la obligación de integrar a los emigrantes y el compromiso de no intentar atraer a los "cerebros, de los países emergentes". La apertura de los mercados desarrollados y un mayor esfuerzo en políticas de desarrollo formarían también parte del nuevo orden mundial de la migración.

5. En la actualidad, los países recientemente industrializados "ligan" sus divisas al dólar con un tipo de cambio artificialmente bajo para favorecer sus exportaciones. En contrapartida reinvierten sus reservas en EEUU comprando ingentes cantidades de valores norteamericanos. Este sistema es poco compatible con el proceso de integración de los mercados que, por definición, requiere de una cierta estabilidad cambiaria. Es difícil predecir ahora cual será el sistema de cambios que sustituirá al actual, pero los escenarios posibles son sólo dos: un oligopolio euro-dólar-yen-yuan o la emergencia de sistemas regionales nuevos. En cualquiera de los dos escenarios, es muy probable que los países que se divorcien del dólar tengan que reajustar también su cartera de reservas.

6. Los acuerdos de la WTO presuponen que la liberalización comercial beneficia a todos los países porque permite a cada uno de ellos especializarse en aquellos bienes producidos a partir de los factores de producción más abundantes y baratos en su territorio. Esta presuposición se ha quedado obsoleta desde el momento en que un sólo país- China- pueda reunir todas las ventajas comparativas. La situación se altera aún mas por las diferencias legales en materia comercial, laboral, fiscal y medioambiental que existe entre países desarrollados y países emergentes. Por eso es necesario diseñar un nuevo orden comercial que garantice un equilibrio entre las partes y un comercio justo en el que todos cumplan con unos parámetros mínimos en materia laboral, social, tributaria y medioambiental.

7. Bajo este marco es de vital importancia concluir con éxito las negociaciones de la ronda de Doha. Deben promoverse los procesos de integración regional y los acuerdos de libre comercio bilaterales.

8. Es urgente acabar con todas las medidas o prácticas comerciales desleales como el dumping (incluido el dumping social y medioambiental) que obstaculizan el comercio internacional. El principio de reciprocidad debe regir las relaciones comerciales, excepción hecha de aquellos supuestos en que se pretenda primar las exportaciones de países poco desarrollados.

9. Es necesario, además, acabar con las "cuentas offshore, sociedades fiduciarias offshore o sociedades ficticias en centros financieros offshore para ocultar activos o ingresos tributarios"(OECD, Declaración de Seúl, 14-15 septiembre 2006) que distorsionan de forma notable el comercio internacional.

11. Es necesario promover la Agenda de Trabajo Decente de la OIT y lanzar un Pacto Mundial para el Empleo para dar trabajo a los actuales desempleados y a los nuevos trabajadores, la mayoría jóvenes, que cada año se incorporan al mercado laboral. El nuevo orden laboral debe incluir un piso mínimo de protección social y una estrategia de reducción de la pobreza para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

12. Es necesario retomar el diálogo interrumpido en Copenhague para que los países signatarios sobre Convención Marco sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (CMCCNU) adopten objetivos claros sobre niveles de temperatura, reducción de emisiones y concentración atmosférica de CO2. Los países desarrollados deben reducir con más intensidad que hasta ahora la emisión de gases de efecto invernadero. Los países en vía de desarrollo tienen que adaptarse al reto del cambio climático. La complejidad de la situación requiere una solución basada en el mercado ya sea del comercio de emisiones o un impuesto que penalice al que contamina. Los países que cumplan los objetivos podrían plantearse imponer aranceles al carbono a los productos precedentes de los países que no los cumplan.

13. Es necesario establecer unos mecanismos de alerta temprana y unos comités de crisis en el que participen los principales actores internacionales capaces adoptar en tiempo y forma las medidas de urgencia que se necesiten en caso de crisis. El FMI, el Consejo de Estabilidad Financiera y el G20 deben jugar un papel esencial en este terreno.

14. Es urgente reformar el marco normativo para restablecer la transparencia de los productos, las entidades y los mercados financieros mundiales. La mejora de los sistemas de información y supervisión, la medición más exacta de los riesgos asumidos por las entidades financieras y el establecimiento de mecanismos de liquidación ordenada de las entidades internacionales deben formar parte de este nuevo orden regulatorio. El establecimiento de un compendio de normas prudenciales y contables similares a nivel global es absolutamente necesario para garantizar un level playing field.

15. Es urgente ampliar el perímetro de la regulación financiera para evitar el "shadow banking" y la proliferación de instituciones escasamente reguladas. La regulación de los Fondos Alternativos de Inversión, especialmente de los hedge funds, debe hacerse de forma coordinada para evitar deslocalizaciones por razones puramente normativas.

16. Es necesario también revisar las normas que se refieren a los niveles de capital, instituciones sistémicas, gestión de crisis y mecanismos para evitar que el coste de las futuras crisis recaiga en los contribuyentes. Más transparencia en los mercados de derivados, normas específicas respecto a los credit default swaps y criterios comunes en materia de remuneraciones extraordinarias para los ejecutivos del sector financiero son reformas que se deben aprobar cuanto antes.

17. Es importante también reforzar las facultades de supervisión de los reguladores y armonizar las prácticas de supervisión a nivel global. Sólo es posible garantizar la estabilidad del sistema financiero mejorando la calidad de las normas, de los supervisores y de la evaluación de riesgo.




GOBERNANZA EUROPEA



18. En el actual contexto internacional, la UE debe diseñar una política exterior común de una sola pieza que le permita defender sus intereses en el mundo y hablar con una sola voz en los organismos internacionales. La Unión Europea solo será protagonista en el mundo multipolar que vivimos si los europeos acertamos a redefinir el mundo empezando por la propia Unión.

19. La lucha contra la inmigración ilegal es un problema común de toda la Unión Europea. Hace falta voluntad y recursos financieros y técnicos conjuntos suficientes para combatirla. Por otra parte, los países europeos deberían evitar el recurso a las regularizaciones masivas porque no acaban con la presencia de clandestinos y generan siempre en un efecto llamada. Los emigrantes legales de larga duración deberán tener los mismos derechos económicos y sociales que los nacionales, pero a cambio deberán reconocer los valores de la Unión y expresar su voluntad de integración, sin que esto deba suponer la renuncia a su identidad cultural. La actitud de los países de origen y tránsito deberá ser tenida en cuenta a la hora de acordarles facilidades y preferencias comerciales, de repartir los fondos destinados a la ayuda al desarrollo y de celebrar convenios de cooperación.

20. Es necesario sentar unas bases comunes para que los Estados miembros pongan en marcha una política industrial más progresiva, teniendo en cuenta que un modelo económico cimentado exclusivamente en el mercado de servicios no puede considerarse una opción de futuro para la economía europea.

21. Es necesario que dé un empujón definitivo a la liberalización de los servicios de interés general (servicios postales, telecomunicaciones, gas, electricidad, ferrocarriles, transporte aéreo y servicios de radiodifusión) en los que el peso de las empresas locales sigue siendo elevado y la competencia, insuficiente y, además, que acelere la interconectividad de las redes entre los Estados miembros, que es corolario indispensable de aquélla.

22. Es urgente crear un mercado único y abierto de servicios sobre la base de la Directiva de servicios para garantizar la calidad de los servicios prestados a los consumidores. La plena aplicación de dicha Directiva podría incrementar el comercio de servicios en un 45 % y las inversiones extranjeras directas en un 25 %, lo que equivaldría a un incremento de entre el 0,5 y el 1,5 % del PIB (Europa 2020).

23. El acceso de las PYMEs al mercado único debe mejorarse. El espíritu emprendedor debe ser desarrollado mediante iniciativas políticas concretas, incluyendo la simplificación de la legislación sobre sociedades (procedimientos de quiebra, estatuto de empresa privada, etc.) e iniciativas que permitan a los emprendedores recuperarse en caso de que falle uno de sus negocios (Europa 2020).

24. La aplicación de la política de competencia debe inspirarse en los siguientes principios: la apertura de los mercados, la igualdad de oportunidades para las empresas, la lucha contra el proteccionismo nacional, el establecimiento de un entorno adecuado para la innovación, la erradicación de los abusos de mercado y de las prácticas entre empresas que atenten contra la competencia. Las ayudas estatales deben apoyar las tecnologías más innovadoras, eficaces y verdes, facilitando el acceso de las inversiones.

25. Es urgente avanzar en la integración de los mercados financieros europeos para alcanzar un tamaño crítico que nos permita dirigirnos de tú a tú a los americanos. Los mercados mayoristas están hoy bastante integrados pero queda mucho por hacer en los mercados minoristas que son los más próximos a los ciudadanos.

26. La puesta en marcha de una Junta de Riesgo Sistémico y de las tres nuevas Autoridades sectoriales debería estar concluida cuanto antes. Los Colegios de Supervisores deben jugar un papel esencial en la supervisión de las entidades con operaciones transfronterizas. Las instituciones sistémicas deberían estar sujetas a una supervisión europea y a una Unidad de Resolución de Crisis, también europea. Un mecanismo de Garantía de Depósitos Común y un Fondo Europeo Común para sufragar los costes ocasionados por el rescate de entidades sistémicas sin apelar a los contribuyentes deben completar el nuevo sistema de supervisión.

27. Es importante poner en marcha una auténtica diplomacia del euro porque al renunciar a tener una voz única, los europeos estamos renunciando a todas las ventajas que podría darnos el hecho de ser titulares de la segunda moneda del mundo.

28. Es conveniente culminar la armonización de las disposiciones fiscales susceptibles de distorsionar las los intercambios o de alterar la competencia. La armonización de la base imponible sobre sociedades, de las retensiones en la fuente aplicadas a los dividendos abonados a las sociedades vinculadas, de los métodos utilizados en el país de residencia para evitar la doble imposición son tareas prioritarias. Los cambios constantes en la legislación fiscal y la falta de coherencia de las interpretaciones administrativas constituyen obstáculos importantes a la invasión.

29. La política monetaria debe seguir centrada en la estabilidad de los precios porque la inflación distorsiona el proceso económico, lastra los planes de inversión y perjudica a los trabajadores, a los jubilados y a los demás perceptores de rentas fijas. El BCE en su política de fijación de tipos de interés deberá seguir atentamente la evolución de la inflación de la zona euro y además la evolución de los desequilibrios externos, los precios de los activos inmobiliarios y financieros y la volatilidad financiera.

30. La consolidación fiscal es una tarea urgente porque la estabilidad macroeconómica es presupuesto básica de un presupuesto sostenible. El Consejo analizara los presupuestos nacionales antes de su debate en los respectivos Parlamentos para verificar la sostenibilidad de las finanzas públicas. En este análisis se tendrán en cuenta las obligaciones implícitas derivadas del envejecimiento, la situación de las cuentas con el exterior, el nivel de la deuda pública y las perspectivas de crecimiento con las economías nacionales. La "calidad" del gasto público deberá ser tenida en cuenta al calificar a los países miembros.

31. Si queremos que la Unión Europea sea competitiva hay que diseñar un marco laboral que garantice simultáneamente la flexibilidad en la contratación y la seguridad en el empleo. Hablamos de empleabilidad de por vida, no de empleos para toda la vida, y del aprendizaje a lo largo de toda la vida. En el nuevo marco laboral deben suprimirse los incentivos que dificultan la reinserción de los parados y les invitan a permanecer infinitamente en el paro. El sistema de protección de los trabajadores debe procurar seguridad en el empleo y no en un puesto de trabajo determinado, porque la movilidad es la clave en una economía globalizada.

32. La UE deberá abordar sin demora las reformas estructurales para ganar en competitividad. La modernización de las infraestructuras (incluida la banda ancha), un mayor esfuerzo en investigación, desarrollo e innovación, una política que garantice una energía suficiente, económica y limpia, el desarrollo de las nuevas tecnologías y la calidad de la educación y formación son los ejes básicos de esta estrategia. La coordinación de esfuerzos es esencial para conseguir estos objetivos y por eso deben explorarse formulas nuevas para extraer todas las potencialidades que ofrecen los artículos 121 y 136 del Tratado.

33. La UE deberá hacer lo posible para reducir la emisión de los gases de efecto invernadero en un 30% para el año 2020 y un 60-80% en 2050. El cambio de modelo energético cubre un espectro que va desde una mayor liberalización de los mercados hasta una intervención de los poderes públicos para fomentar las energías renovables o los biocarburantes, pasando por planes para la mejora en la eficiencia energética y la inversión en nuevas tecnologías en la búsqueda de la "combustión limpia". La UE deberá hablar con una sola voz en las próximas convenciones post-Copenhagen.

34. El relativo fracaso de la estrategia de Lisboa se explica por la falta de una auténtica gobernanza europea. Con las excepciones de la política monetaria dictada por el BCE y de la política presupuestaria relativamente abortada por el Pacto de Estabilidad, el resto de las políticas económicas son competencia exclusiva de los Estados miembros. En teoría, la coordinación de las políticas económicas es el objetivo de las llamadas Orientaciones Generales de Política Económica y de las directrices de empleo. En la práctica, el grado de orientación de estas políticas es muy escaso. La coordinación de las políticas económicas de los Estados Miembros y la creación de un autentico gobierno de la zona Euro que pueda servir de contrapeso al BCE es una necesidad cada vez más apremiante.

Torear la supervisión financiera, de José Manuel García-Margallo y Marfil en El País

Después de una corrida en A Coruña, el torero Rafael Gómez, El Gallo, exclamó: “Ya estamos en Sevilla”. “Pues no está lejos Sevilla”, contestó un paisano. Y El Gallo replicó: “Sevilla está donde tiene que estar, lo que está lejos es A Coruña”. Esta anécdota ilustra cuán lejos están los Gobiernos y el Parlamento Europeo de alcanzar un acuerdo sobre la supervisión de las entidades financieras. Mientras nosotros queremos anticipar el mañana, ellos siguen empeñados en mirar atrás y sin acuerdo todo puede quedar bloqueado porque ambos tienen idénticas competencias legislativas.

Las discrepancias vienen de 1999, cuando se acordó el mercado interior de servicios financieros. Entonces el Parlamento advirtió que sin un avance paralelo en materia de supervisión acabaríamos en una crisis sistémica, porque es imposible que supervisores cuya jurisdicción termina en las fronteras nacionales controlen instituciones financieras que operan en todo el territorio europeo.

Cuando llegó la tempestad porque no nos hicieron caso, encargaron el informe Larosière. Sobre él, han propuesto establecer una Junta de Riesgos Sistémicos, para la supervisión del sistema en su conjunto, y tres Autoridades Europeas encargadas de la supervisión de bancos, seguros y fondos de pensiones, y mercados y valores. Pero su propuesta prevé el mismo régimen jurídico para supervisar la sucursal en París de una pequeña caja de ahorros, que para una de esas grandes instituciones financieras cuya quiebra arruinaría el sistema y la economía real.

Un fallo que advierte hasta Lord Turner, presidente de la Financial Services Authority británica, para quien solo hay dos opciones: bien dando a los supervisores nacionales poder para controlar a los bancos que operen en su territorio, incluidas sucursales, y la de decidir sobre su solvencia y liquidez, o bien avanzando hacia una mayor integración de la supervisión europea.

Frente a la solución nacional de los ministros, la Eurocámara apuesta por la contraria; mejor supervisión y más Europa. Queremos que la Autoridad Europea supervise las entidades transfronterizas cuando se encienda la luz amarilla, que advierte de la entrada en zona de riesgo. Si la cosa empeora y aparece la luz roja, una Unidad de Resolución Bancaria Europea será quien adopte las medidas necesarias (sustitución de los administradores, requisitos de capital o liquidez, ventas de activos, liquidación ordenada… etcétera) para evitar el contagio y preservar la estabilidad. Y si al final hay que poner dinero proponemos que un fondo, prefinanciado por el propio sector, corra con la factura en vez de que lo haga el contribuyente. Por fortuna, los vientos soplan en nuestra dirección y no en la de los ministros, pues el FMI y la Comisión Europea parece que quieren convertir el principio de “quien contamina, paga” en el nuevo lema de la regulación financiera.

La Presidencia Española de la UE debe torear un nuevo consenso en materia de supervisión que sustituya al que han defendido hasta ahora, más próximo al pensamiento neoconservador que al de quienes creemos en la regulación para frenar la “exuberancia irracional” de los mercados. Zapatero tiene que coger el toro por los cuernos. Si no lo hace, la crisis financiera nos volverá a pillar en paños menores.

José Manuel García-Margallo y Marfil es vicepresidente de la Comisión Económica del Parlamento Europeo.

martes, 11 de mayo de 2010

"El Gallo" y la supervision financiera

Suelo comenzar mis intervenciones sobre el paquete de supervisión financiera contando una anécdota atribuida Rafael Gómez Ortega, "El Gallo". Se cuenta que terminó de torear en Coruña e inmediatamente exclamó: "Ya estamos en Sevilla". Un paisano le replicó: "Pues no está lejos Sevilla". El Gallo sentenció: "Sevilla está donde tiene que está, lo que está lejos es La Coruña". Con este sucedido quiero ilustrar lo lejos que están Consejo y Parlamento sobre el control de las entidades financieras y subrayar que, en mi opinión, el Parlamento está anticipando el mañana, mientras que el Consejo sigue empeñado siempre en mirar hacia atrás como la mujer de Lot. Lo grave es que si no hay acuerdo entre Consejo y Parlamento el paquete de supervisión corre el riesgo de atascarse porque los dos son colegisladores con idénticas competencias y para bailar un tango los dos tienen que ir a la par.

Las discrepancias vienen de lejos. En 1999, el Consejo decidió construir un mercado interior de servicios financieros fijándose tres objetivos: la integración y la liberalización de los mercados europeos, el fortalecimiento de los mecanismos de supervisión y control y la armonización de la imposición sobre el ahorro para evitar deslocalizaciones por razones fiscales. El Parlamento advirtió que si no se avanzaba a la misma velocidad y con la misma intensidad en la consecución de los tres objetivos nos veríamos abocados a una crisis sistémica. Simplemente porque no es posible que unos supervisores nacionales cuya jurisdicción se para en las fronteras nacionales controlen unas instituciones financieras que se mueven en todo el territorio de la Unión con la misma desenvoltura que la bruja cabalgaba sobre su escoba en nuestros cuentos infantiles. El Consejo no nos hizo maldito el caso y ha pasado lo que ha pasado.

Cuando la tempestad arreció, la Comisión encargó a un grupo de expertos el aggiornamento de la arquitectura europea de supervisión (Informe Larosière). Sobre la base de este informe la Comisión y el Consejo han propuesto el establecimiento de una Junta de Riesgos Sistémicos encargada de la supervisión del sistema en su conjunto (supervisión macro) y el establecimiento de tres Autoridades Europeas encargadas de la supervisión de bancos, seguros y fondos de pensiones y mercados y valores (supervisión micro). El fallo del sistema estriba en que se prevé el mismo régimen jurídico para una pequeña Caja de Ahorros con una sucursal en Paris que para una de esas grandes instituciones financieras cuya quiebra provocaría el colapso del sistema financiero y la ruina de la economía real (too big to fail).

Fallo que hasta el mismo Lord Turner, el Presidente de la Financial Services Authority del Reino Unido, ha denunciado al señalar que los actuales mecanismos de supervisión no funcionan. "La combinación de un pasaporte europeo para las sucursales, de la supervisión por el país de residencia y de unas garantías puramente nacionales para los depósitos no constituyen una base sólida para el futuro de los bancos europeos que operan en distintos países..." (Turner Review). Según él, solo hay dos formas de salir del impasse actual: o se da a los supervisores nacionales la facultad de obligar a los bancos que operen en su territorio a operar a través de filiales y no de sucursales y la de decidir en materia de solvencia y liquidez o bien se avanza hacia una mayor integración europea en materia de supervisión.

El Consejo ha apostado por la solución nacional. El Parlamento ha escogido la solución contraria. En el informe que acabamos de votar se encomienda a la Autoridad Europea la supervisión de las entidades transfronterizas cuando se encienda la luz amarilla advirtiendo que entren en zona de riesgo. Si la cosa va a peor y se enciende la luz roja, será una Unidad de Resolución Bancaria Europea la que se encargue de adoptar las medidas necesarias (sustitución de los administradores, mayores requisitos de capital o liquidez, ventas de activos, liquidación ordenada...etc.) para evitar el contagio y alejar lo más posible el riesgo de tener que recurrir al dinero de los contribuyentes. Y si al final hay que poner dinero habrá que tirar de los Fondos prefinanciados por el propio sector para que no tenga que ser otra vez Joe Six-Pack (el contribuyente) el que pague las insensateces de los gatos gordos de Wall Street o de la City.

Por fortuna, los vientos soplan en la dirección del Parlamento y no en la dirección del Consejo. El informe del Fondo Monetario Internacional titulado A Fair and Substancial Contribution to the Financial Sector (16.04.2010) aboga porque " el coste de las quiebras financieras sea cubierto por una Contribución a la Estabilidad Financiera vinculada a un mecanismo efectivo y creíble de resolución de las crisis... para que la industria contribuya a pagar los costes de la crisis..." La Estrategia Europa 2020 (3.03.2010) habla también de "una contribución del sector para sufragar los rescates de los grandes mastodontes financieros". El Consejo Europeo del 26.03.2010 habla finalmente de las instituciones sistémicas y de la necesidad de contar con instrumentos financieros para la gestión de la crisis. El que contamina paga parece ser el nuevo motto de la regulación financiera.

Corresponde a la Presidencia Española liderar un nuevo consenso en materia de supervisión porque dirigir la Unión requiere algo más que talante, requiere el ejercicio de un liderazgo que aglutine esfuerzos e impulse voluntades, que se anticipen a las necesidades de los europeos y sepa resolver sus problemas inmediatos. Lo que tiene que hacer ahora el Presidente de gobierno es coger el toro por los cuernos y no limitarse a ver la corrida desde el tendido. Si no lo hace, la crisis financiera nos volverá a pillar en paños menores.

Presentación Supervisión Financiera - Parte 1



Presentación Supervisión Financiera - Parte 2




Presentación Supervisión Financiera - Parte 3





Entrevista

Este es el link a la entrevista que concedí ayer por la tarde a la televisión del PP Europeo antes de la votación en el Comité de ECON.

http://www.eppgroup.eu/tv/default.asp?vid_id=100511_event

(En los próximos días se traducirá al español)

lunes, 3 de mayo de 2010

Votación informe supervisión financiera

El próximo día 10 de mayo se votará el informe que he preparado durante los últimos meses sobre la nueva supervisión financiera. El siguiente paso serán las negociaciones entre Parlamento Europeo, Comisión y Consejo. Y por último el informe se votará en el pleno del Parlamento Europeo en junio.

Artículo publicado en El Economista

La supervisión de Sansón
José Manuel García-Margallo y Marfil
Vice-Presidente de la Comisión Económica y Monetaria



"Asió luego Sansón las dos columnas sobre las que descansaba el templo y echo todo su peso sobre ellas. Y dijo Sansón: ¡Muera yo con los Filisteos!" (Jueces 16: 29-30). Las llamadas instituciones sistémicas son como el templo de Sansón: si caen pueden destrozar el sistema financiero entero y causar enormes daños a la economía real. Por eso, hasta los más recalcitrantes adoradores del mercado aceptaron utilizar el dinero de los contribuyentes para rescatar unos bancos que habían campado por sus respetos en los años de las vacas gordas.

Es precisamente la forma de tratar a estas instituciones sistemáticas lo que más separa al Parlamento y al Consejo, los dos colegisladores europeos, a la hora de intentar cerrar el paquete sobre supervisión financiera. Este divorcio no es nuevo porque hace diez años, cuando se discutió la construcción de un mercado interior de servicios financieros, la Eurocámara advirtió que unos supervisores cuya jurisdicción se paraba en sus fronteras nacionales no podrían controlar adecuadamente a unas entidades privadas que pasarían por encima de ellas con la misma desenvoltura con que la bruja cabalgaba en su escoba por encima de los tejados en nuestros cuentos infantiles. Los ministros europeos de Finanzas no nos hicieron caso y la cosa ha acabado como todos sabemos.

En estos momentos hasta los británicos son conscientes de que los "actuales mecanismos suponen riesgos inaceptables para los depositantes y para los contribuyentes. La combinación de un pasaporte europeo para las sucursales, de la supervisión por el país de residencia y de unas garantías puramente nacionales para los depósitos no constituyen una base sólida para el futuro de la regulación y la supervisión de los bancos europeos que operan en distintos países" (Turner Review). Sólo hay dos opciones para superar esta situación: o se da a los supervisores nacionales la facultad de obligar a los bancos que operen en su territorio a operar a través de filiales y no de sucursales y la de decidir en materia de solvencia y liquidez o bien se avanza hacia una mayor integración europea en materia de supervisión.

El Consejo Europeo sigue anclado en las viejas recetas nacionales. El Parlamento ha escogido la solución contraria: confiar a la nueva Autoridad Bancaria Europea la supervisión de las instituciones sistémicas; encargándole que elabore un "código europeo común" que garantice que los bancos transfronterizos estén sujetos a las mismas reglas y prácticas de supervisión cualquiera que sea el país en el que trabajen. La nueva Autoridad sería responsable también de gestionar las crisis desde su nacimiento hasta su resolución. Un Fondo de Protección Europea prefinanciado por los bancos sería el encargado de garantizar los depósitos y acudir al rescate de las instituciones sistemáticas tirando de los recursos acumulados o acudiendo a los mercados. Sólo después de agotadas estas fórmulas, sería necesario recurrir al socorro público. Eso sí, con unas reglas que fijen la distribución de cargas de antemano y no cuando el barco amenace naufragio.

Los ministros europeos de Finanzas van a hablar en Madrid de estos temas y yo espero que se aproximen a nuestra postura, como ha hecho la Comisión Europea en su "Estrategia 2020", al anunciar que buscará contribuciones adecuadas del sector financiero para resolver las futuras crisis y como ha hecho el último Consejo Europeo al reconocer por primera vez la existencia de instituciones sistémicas que requieren un tratamiento singular.

miércoles, 21 de abril de 2010

Reuniones ECON

En el siguiente enlace pueden encontrar toda la información relacionanda con las próximas reuniones del Comité de Asuntos Económicos y Monetarios.

http://www.europarl.europa.eu/activities/committees/homeCom.do?language=ES&body=ECON

Enmiendas

Este es el enlace donde pueden encontrar los documentos con las últimas enmiendas en el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios.

http://www.europarl.europa.eu/activities/committees/amendmentsCom.do?language=EN&body=ECON

jueves, 11 de marzo de 2010

Publicado por Exchange News Direct/EXNEWS (24/02/2010)

More Powerful EU Financial Supervisory Bodies And Less National Interest, Demand MEPs

The need for more ambition and more Europe was the main message to emerge from debates on the EU financial supervisory package at Parliament's Economic Affairs Committee on Tuesday. Calls for tougher legislation and a bigger transfer of powers to the EU supervisory level were among the chief demands made by the four MEPs presenting their draft reports.

All four EP rapporteurs questioned the Council compromise that emerged from December's Ecofin meeting. The safeguard clause protecting Member States' fiscal powers, which the rapporteurs consider over-restrictive, was the major bone of contention. Another concern was the possibility of geographical fragmentation, as the Commission is currently proposing different cities for each authority.

One supervisory system in one city

The watchdog system being proposed by the Commission is made up of three separate micro-supervisory bodies for the monitoring of banking, insurance and market institutions respectively and another macro-supervisory body for the monitoring of systemic risk. Although willing to preserve these four bodies, the rapporteurs suggest grouping them together under the European System of Financial Supervision proposed in the de Larosière report on financial supervision in the EU. Consequently they also argue - unlike the initial proposal - that a common location should be chosen, with the European Systemic Risk Board report proposing that this be Frankfurt. This would not only reduce operating costs but could also be very useful in the event of a crisis necessitating emergency action.

Safeguard or wildcard?

As it currently stands the safeguard clause found in the proposed texts establishing the three micro-supervisory authorities offers a quasi-veto for Member States regarding the decisions of these authorities.
The rapporteurs therefore propose that the opportunity to invoke such a safeguard be limited and that the Member State concerned be required to provide an impact assessment detailing the extent to which the decision impinges on its fiscal sovereignty.

Stronger micro-supervisory authorities

Apart from the very important question of the safeguard clause, the three rapporteurs for the micro-supervisory authorities proposed a number of other improvements to the Commission's proposals, mostly to increase the role of supervision at EU level.
The reports propose that these authorities also be tasked with preventing regulatory arbitrage and that they should have a power of initiative to undertake stress tests. They should also represent the EU during international dialogues of supervisors. To varying degrees the rapporteurs would confer mediating powers on the authorities with regard to conflicts between national supervisors, with the report on the banking authority going furthest by suggesting a binding mediating role.

All reports give a more important role to the European Parliament, particularly by entrusting it with the task of overseeing the activities of the authorities.
Specifically for the banking authority, the rapporteur proposes that the authority takes over from national supervisors the direct supervision of cross-border 'too big to fail' financial institutions and puts forward the idea of setting up a European guarantee fund which could be used to bail out banks in difficulty.

As for the markets authority, the draft report proposes that the authority be granted the right to prohibit the trading of certain products to protect investors and ensure stability.

European Systemic Risk Board

The rapporteur proposed a host of amendments which review the governance bodies of the ESRB, including their composition and most importantly a proposal is made for the president of the ECB to also be the president of the ESRB. The role of the EP is also increased by proposing that Parliament can conduct hearings of the ESRB's president and other members of the steering committee.
The report empowers the ESRB to issue a warning declaring the possibility of an emergency if it detects a risk which may destabilise the financial markets or the financial system in the European Union. It can also declare the existence of an emergency. When it issues these warnings it will transmit them through the Parliament and not only through the Council.

Finally it is proposed that the ESRB should be able to request information from undertakings not covered by the banking, markets or insurance supervisory systems.
Other reports discussed as part of the financial supervisory package were those dealing with the role of the ECB in the work of the ESRB, and a report dealing with the specific powers of the European micro-supervisory authorities. All reports are expected to be put to the vote in committee in May, with a plenary vote to follow in July.

Tuesday 23 February 23.02.2010

In the chair: Sharon Bowles (ALDE, UK)

Rapporteurs:

European Banking Authority
José Manuel García-Margallo Y Marfil (PPE, ES)

European Securities and Markets Authority
Sven Giegold (Verts/ALE, DE)

European Insurance and Occupational Pensions Authority
Peter Skinner (S&D, UK)

European Systemic Risk Board
Sylvie Goulard (ALDE, FR)

Specific tasks for the ECB in ESRB
Ramon Tremosa I Balcells (ALDE, ES)

Powers of the Micro-Authorities
Antolín Sánchez Presedo (S&D, ES)

lunes, 8 de marzo de 2010

Noticias

Publicado por Agence Europe (26 febrero 2010).

(EU) EP/FINANCIAL SERVICES: Christian Noyer opposes idea of an EU list of too-big-to-fails

At a public hearing on Thursday 25 February on financial supervision, organised by the European Parliament's special committee on the financial crisis, the governor of the Bank of France, Christian Noyer, opposed the idea of an EU list of “too-big-to-fail” financial institutions. He said that everyone wanted to reduce or remove moral risk but he had huge doubts about the drawing up of a list of too-big-to-fails as it could be counter-productive and increase moral risk by providing such institutions with a type of insurance policy. Too-big-to-fails are not necessarily the biggest institutions. Noyer said that the economic crisis had shown that many institutions that had to be bailed out would not have been on such a list.
In his draft report on the European supervision authority (ESA) that is soon to be set up for banking, José Manuel García-Margallo y Marfil (EPP, Spain) suggested that the banking ESA should have the power to supervise too-big-to-fail banks operating in more than one EU country, identified using criteria laid down by FSB and BRI (international organisations).

Noyer called for greater protection of savings in financial crises. At EU level, he called for “harmonisation” of the size of national savings guarantee funds and how they operate, in order to move towards a genuine EU savings guarantee system. Setting up an EU savings guarantee fund might be one option, as long as the banks provide the funding before any crisis occurs. Noyer gave the example of the French system that authorises the French authorities with power over the use of state funding to take decisions like sacking the managers and giving other institutions power over a failing bank. He said it would be appropriate for countries to levy a tax on banking to cover bailout costs.

In response to a question from Olle Schmidt (ALDE, Sweden) about whether the EU was running the risk of intervening too much, introducing too much legislation and going too far in its supervision of the banking system, Noyer agreed that it was necessary to strike the appropriate balance between essential measures and how they will impact on banks' ability to finance the real economy. He said that banks must not be allowed to wriggle out of new rules on the quality of capital, liquidity risk and “dynamic provisioning” but it was important not to kill off banks in attempts to “heal” them. Noyer, who used to be deputy ECB president, said the macroeconomic testing of recommended measures (tests that the Basel Committee will be carrying out later this year) will help calibrate the requirements to be levied on banks, but EU own funds rules for banks will not be applied until the Basel II rules, that are already in place in the EU, are applied by other parts of the world, like the United States. He made similar points about the well-needed reform of the EU financial supervision system, commenting that having inspection teams in a single location does not, in and of itself, ensure a better system (referring to the idea of ESA rapporteurs that the European Economic Risk Management Committee and the three ESAs (for banking, securities and insurance) should be located in the same city, namely Frankfurt in Germany). Noyer argued that the system recommended in the de Larosiere Report would be more effective in the Europe of today, namely keeping national supervisors and adding them to a federal system to encourage harmonisation of doctrine and legislation across Europe.

Noticias

Publicado en ABC (27 de febrero de 2010).

El presidente del Consejo

Cuando elaboramos el Tratado constitucional dedicamos muchas horas a debatir la conveniencia de crear o no una Presidencia permanente del Consejo europeo. Finalmente prevaleció la tesis de quienes defendíamos esa figura por razones de continuidad, visibilidad y eficacia. Pero como decía Edgard Faure, las instituciones son importantes pero de poco sirven si no se acierta con la designación de quien está al frente. La de Herman Van Rompuy como Presidente del Consejo europeo fue recibida con frialdad, algún medio lo tachó incluso de funcionario gris, olvidando que los funcionarios han sido esenciales en la formación y consolidación de los estados.

En este mes de febrero Van Rompuy se ha puesto a trabajar. Reaccionó con rapidez a la crisis económica convocando el 11 de febrero un Consejo informal que se saldó con un claro respaldo político a Grecia. Cambió los hábitos y celebró esta reunión en una biblioteca del centro de Bruselas desterrando a los ministros de asuntos exteriores, y en lugar de las habituales conclusiones de cincuenta páginas remitió a los presentes una sencilla carta con unas pocas ideas. El lenguaje de dicha carta era franco, directo, alejado de la incomprensible jerga comunitaria. El día 24 Van Rompuy se presentó ante el Parlamento Europeo. Utilizó varios idiomas con soltura, evitó el lenguaje corporal, rehuyó las frases grandilocuentes, no solemnizó las obviedades y dijo lo que tenía que decir en ocho minutos, sin divagaciones innecesarias. No buscó el aplauso fácil porque no es de los que dicen a cada audiencia lo que quiere escuchar ni afirma una cosa y la contraria en la misma frase. No le interesan los debates semánticos ni las vanas palabras que se lleva el viento, ese gran terrateniente, y «con voz lenta en gesto quieto» abogó por concentrarse en pocos temas y hacerlos bien. Demostró solvencia en las cuestiones institucionales, donde cuenta con la ayuda del siempre eficaz Richard Corbett. Tiene claro que en estos momentos los temas económicos tienen la prioridad y abrió una puerta a la esperanza en la trascendental regulación de la supervisión financiera europea donde José Manuel García-Margallo se esfuerza por unir visión y ambición con la complicidad de Antolín Sánchez Presedo en otra buena muestra de la colaboración PP-PSOE durante la Presidencia española.

Al día siguiente, en el Colegio de Europa de Brujas, el Presidente del Consejo europeo sintetizó el objetivo político de su Presidencia: el mantenimiento del modelo social europeo, la defensa de nuestros intereses y la proyección de nuestros valores. Mientras le escuchaba me acordé de aquellos que querían un Presidente del Consejo europeo que parara el tráfico en las calles de Pekín o Nueva York. Que quieren que les diga... yo prefiero a alguien que tenga la cabeza bien puesta sobre los hombros.

martes, 2 de marzo de 2010

Artículo en Deutsche Bank Brussels Newsletter

Este es el artículo que me han publicado en Deutsche Bank Brussels Newsletter.

More protectionism or more Europe?

Ten years ago the discussion started about the construction of the European market for Financial Services; the Parliament warned that the integration of the markets, without integration of the supervisory mechanisms, would originate a crisis of the system. History has confirmed our fears.

Luckily, the European Institutions agree that the first task of the new European Banking Authority (EBA) shall be to elaborate a homogeneous legislative body to end the legal front with which the Financial Institutions in the EU encounter.
We also agree that the Authority shall be able to directly address the private institutions in cases of infringement of the communitarian ordinance, disagreement with national supervisors, and other emergency situations in cases where the national supervisor did not do its job.

The agreements between Parliament and Council finish here and it is difficult that they will come to an agreement regarding the supervision of Financial Institutions whose bankruptcy may collapse the financial system, the so called "too big to fail" institutions. There are only two options to exit this muddle: to give the supervisor of the hosting country the ability to strictly control foreign banks, this would mean the end of the Euro-pean Passport, or alternatively, to give the European Authority the power to control the Financial Institutions whose bankruptcy may affect the system. Undoubtedly, this is more protectionism or more Europe.

The Commission gives the supervision of cross border institutions to Supervisory Colleges composed by the European Authority and the National Authorities. The Members of the European Parliament want to introduce mediation powers in case the National Supervisors do not reach an agree-ment. In my opinion, this is the way to follow, and the Icelandic and Greek case confirm it, because they showed that a supervisor of a small country cannot effectively control the cross border activities of its banks.

Moreover, the European solution needs to solve the issue of the European responsibility in cases of accidents of an authority depending on the control of the European Banking Authority. Therefore, and to protect the budgets of the taxpayers, I propose to establish a European Fund, financed by the financial institutions, that would protect the depositors and rescue the institutions in difficult situations when their failure can put the system in danger. This Fund, in due case, could issue debt.

As a conclusion, I had two options while writing my report: try to guess the wishes of the Council to reach a fast agreement or, use this opportunity to jump ahead in the process of the European construction. I have a very strong European spirit. The Spanish Presidency is now in a position to reflect in a specific regulation its intention to reinforce the European governance and to discipline the markets.

lunes, 1 de marzo de 2010

Publicado en El Periódico.

1/3/2010 MEDIDAS PARA EVITAR UNA NUEVA CRISIS BANCARIA

La Eurocámara endurecerá la supervisión financiera de la UE
• Los diputados quieren más poder para la autoridad comunitaria europea
• Las enmiendas incluyen la creación de un fondo costeado por la banca privada



BRUSELAS
El Parlamento Europeo prepara un sustancial endurecimiento del proyecto de regulación europea de supervisión y control del sistema financiero. El objetivo es corregir las graves deficiencias del compromiso de mínimos pactado por los Veintisiete en el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas en diciembre.

Las enmiendas presentadas por los grupos popular, socialista, liberal y verde coinciden en restringir al máximo el poder de veto casi ilimitado que tendría un estado sobre las decisiones de la autoridad europea de supervisión, según el compromiso de los Veintisiete. Las propuestas refuerzan también los poderes efectivos de las autoridades europeas de supervisión, con capacidad incluso para prohibir determinadas operaciones en los mercados y para imponer medidas directamente a una entidad si las autoridades nacionales no actúan con diligencia.

Otras de las propuestas innovadoras es la creación de un fondo europeo de garantía, financiado por las propias entidades, que serviría para garantizar los depósitos de los clientes y costear el rescate de bancos en crisis. Este fondo estaría autorizado a emitir deuda pública, costeada también por el conjunto del sector bancario, en el caso de que la crisis requiriera una ayuda superior a la disponible, según la propuesta del ponente del proyecto de regulación sobre la autoridad bancaria europea José Manuel García-Margallo (PP). El objetivo de la Eurocámara es evitar que los contribuyentes tengan que volver a pagar por los errores de la banca.

«La propuesta inicial de la Comisión Europea fue muy débil, sin seguir las recomendaciones de los expertos, y el acuerdo del Consejo de Ministros de la UE la descafeinó todavía más», comentó a este diario García-Margallo.

«Tenemos un mercado financiero abierto y común, mientras que la supervisión está fragmentada. La mera coordinación de los supervisores nacionales ya ha demostrado su ineficacia con la actual crisis, como ya había advertido el Parlamento Europeo desde el 2000», explicó García-Margallo. «Es imprescindible una auténtica supervisión a nivel europeo», subrayó. La alianza de los cuatro grupos parlamentarios garantiza un respaldo suficiente para forzar al Consejo de Ministros de la UE a negociar una regulación más estricta.

La Eurocámara quiere, en primer lugar, que la futura autoridad bancaria europea tenga un mayor protagonismo en la elaboración de las normas técnicas y obligar a la Comisión a tener que justificarse ante la institución y ante el Consejo de Ministros cuando no siga sus recomendaciones. Igualmente, la autoridad bancaria europea, según las propuestas de los eurodiputados, debe tener poder para denunciar públicamente a los supervisores nacionales que no sigan sus orientaciones y recomendaciones.

jueves, 25 de febrero de 2010

Noticias

Publicado en ABC y diariosur.es


La Eurocámara pide más poderes para los organismos de supervisión financiera

Todos los intervinientes en la comisión parlamentaria de Asuntos Económicos y Monetarios, que hoy debatieron el asunto en Bruselas, coincidieron en esta visión que tratarán de hacer prevalecer, gracias al mayor poder que ostenta el Parlamento Europeo desde el pasado 1 de diciembre, cuando entró en vigor el Tratado de Lisboa.

"La Comisión Europea (CE) reaccionó a la crisis con un informe de Jacques de La Rosière que él mismo definió como de mínimos. La propuesta de la CE debilitó el informe y los gobiernos lo han aguado aún más", consideró el eurodiputado español José Manuel García-Margallo y Marfil, que fue uno de los ponentes de la sesión.

"Vamos a dar la batalla y vamos a intentar convencer al Consejo, en un momento en que la presidencia de turno la ocupa un Gobierno (el español) que ha pedido más coordinación económica. Vamos a conseguir su apoyo", añadió el parlamentario, miembro del Partido Popular Europeo.

Los distintos grupos de la Cámara ya anunciaron en diciembre pasado que ésa iba a ser su línea de actuación, después de que los gobiernos apostaran por reservarse la última palabra sobre las decisiones en las que no hubiera acuerdo y que implicaran "consecuencias presupuestarias para los estados miembros" (por ejemplo, la financiación del rescate de un banco).

Tras aquella reunión, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ya instó al Parlamento Europeo (PE) a ejercer su nuevo papel de "codecisión" junto a los Gobiernos, para volver a reforzar el papel de estas instituciones.

La nueva arquitectura de supervisión consistirá en una Junta o Consejo Europeo de Riesgo Sistémico, encargada de vigilar el riesgo en el sistema en general; así como tres entidades paneuropeas para los sectores bancario, de seguros y bolsa.

García-Margallo pidió hoy evitar "una mera yuxtaposición inconexa de autoridades" y apostó por una mayor coordinación e intercambio de información entre los distintos organismos que, a su juicio, deberían concentrarse en una sola ciudad.

Los diputados también pidieron que se reserve a la Junta de Riesgo Sistémico la capacidad de dar la señal de alarma en una situación de emergencia (frente a la opción de que este papel se reserve a la Comisión o el Consejo); y que las autoridades sectoriales tengan capacidad de moderar cuando haya un conflicto entre distintos organismos nacionales.

El eurodiputado español también apostó porque "sean los bancos y no los contribuyentes" los que hagan frente a los costes de la crisis, para lo que apostó por la creación de un fondo de garantía que tenga capacidad para emitir deuda.

Otro de los ponentes, el eurodiputado español Ramon Tremosa i Balcells, coincidió con la eurodiputada Sylvie Goulard en rescatar la propuesta del informe La Rosière que reservaba el papel de presidente de la Junta de Riesgo Sistémico para el presidente del Banco Central Europeo, una idea que desapareció en la propuesta de la Comisión. EFE

miércoles, 24 de febrero de 2010

Noticias

Publicado en el Wall Street Journal.

EU Lawmakers Push For Stronger Financial-Market Oversight


BRUSSELS (Dow Jones)--Members of the European Parliament are pushing to give two new regulators expanded powers to govern the European Union's largest banks and securities firms, potentially upsetting a compromise that EU states reached last fall.

Two lawmakers, charged with evaluating an EU plan for new banking and securities overseers, argued in separate reports circulated Tuesday that firms operating across EU borders should be monitored by the new pan-EU regulators instead of national authorities.

The EU parliamentarians also want to establish emergency funds for these sectors to help cope with future financial crises. Both moves likely will upset the UK, which has fought to limit the powers of these new regulatory bodies and ensure its taxpayers wouldn't have to bail outs large EU firms.

EU finance ministers last year wrestled over a deal to create new supervisory groups for financial markets: a "macro-prudential" body to study big-picture risks to financial stability, and three "micro-prudential" groups to look at specific issues in the banking, securities, and insurance and pension sectors.

This plan was designed in the wake of the 2008 crisis, which officials blamed on weak financial-market rules and lax oversight. But initial efforts to create a more centralized EU regulatory framework faced stiff resistance from the UK, which feared losing sway over the City of London, Europe's largest financial center.

Ultimately, EU finance ministers circumscribed the new regulatory groups' powers, agreeing that national authorities will continue to monitor firms' day-to-day business. The ministers, at the UK's insistence, also added a stipulation ensuring that the new EU regulators won't be able to dictate national spending priorities or force taxpayers to fund bailouts for banks operating across the bloc's borders.

But EU legislation needs approval from the European Parliament, a body of 736 lawmakers from across the 27-state bloc. Members of the parliament since December have complained that the EU's regulatory plan lacked clout.

"Financial institutions with an EU dimension should be entrusted to the European Supervisory Authority (Banking)," Jose Manuel Garcia-Margallo, a Spanish member of the European Parliament, said in his report on the planned banking supervisor. "National supervisors should act as agents of the European Supervisory Authority (Banking) and should be bound to the authority's instructions when they supervise cross-border financial institutions with an EU dimension."

The lawmakers' reports mark the start of debate within the Parliament about the legislative plan. Lawmakers can make further changes to the proposal, but EU governments ultimately will have to agree to it, creating the prospect of lengthy negotiations in the coming months.

The UK lawmaker who assessed the proposal for the EU insurance and pension regulator didn't make similar recommendations for those sectors.

lunes, 22 de febrero de 2010

Competitividad

La crisis actual, de alcance mundial y naturaleza sistémica, ha mostrado la necesidad de una mayor coordinación de las políticas macroeconómicas. Esta necesidad de coordinación es mas imperiosa en el ámbito de la UE y todavía mayor en el ámbito de la Unión Económica y Monetaria.

La crisis es la consecuencia de los persistentes desequilibrios mundiales, de la política monetaria excesivamente permisiva, de la debilidad de la regulación y supervisión financiera, de la cooperación internacional inexistente que pueden resolver las fluctuaciones de los tipos de cambio y de las contradicciones entre las políticas comerciales, financieras y monetarias mundiales.

Para evitar que se repita una crisis similar a la actual es necesario, en consecuencia, poner en marcha un sistema monetario internacional capaz de evitar excesivas fluctuaciones y establecer cambios mas equitativos entre las distintas divisas, una política comercial capaz de luchar contra las tentaciones proteccionistas y evitar al mismo tiempo el dumping ambiental, laboral o fiscal, una mayor convergencia de las regulaciones financieras, una mayor cooperación de los supervisores y en general una mayor coordinación de las políticas económicas de los distintos actores.

Reformas de este calado solo serán posibles acentuando el multilateralismo de las instituciones que dirigen la economía mundial y que dando más protagonismo a las economías emergentes. En este sentido hay que avanzar en los acuerdos adoptados por el G20. El reforzamiento del G20 y del foro de estabilidad financiera deben llevar a una cultura de supervisión común y a la convergencia de las normas contables.

La crisis ha puesto de relieve la necesidad de coordinar las políticas económicas de la UE. La UE ha reaccionado con rapidez y decisión y ha evitado un colapso financiero, pero esta reacción se ha debido más al liderazgo por alguno de sus líderes que a la existencia de un sistema de coordinación económica operativo en el seno de la UE. Es necesario tener en cuenta la situación de la balanza por cuenta corriente y de la deuda publica para fijar los presupuestarios de cada país. Es necesario también definir los instrumentos y procedimientos adecuados para garantizar que los Estados miembros cumplan los objetivos fijados en la Estrategia 2020 si queremos que se cierre con un éxito.

En la Eurozona La necesidad de una coordinación económica es aun más evidente. A día de hoy no existe un actor capaz de coordinar las políticas económicas de la misma manera que dirige la política monetaria del BCE.

Una Gobernanza económica reforzada debe garantizar de forma eficiente un análisis compartido de la situación macroeconómica, la discusión de opciones políticas y la adopción de estrategias y políticas económicas adecuadas, ya sea como respuesta inmediata ante situaciones de crisis financieras o económicas, o para abordar reformas estructurales.

Europa necesita reformar su gobernanza económica para salir de esta crisis con garantías, para volver a la senda del crecimiento y la creación de empleo sostenible, y para ser un actor relevante en el nuevo contexto económico mundial.

En este nuevo contexto internacional, la competitividad será el nombre del juego. Para recuperar la competitividad perdida es bueno ver lo que han hecho nuestros socios en Europa.

Fondos de Inversión Alternativa

El 30 de abril del 2009, la Comisión Europea publicó una propuesta de directiva relativa a los Gestores de Fondos de Inversión Alternativa (AIFM por sus siglas en inglés) que va a revolucionar el paisaje de la gestión de inversiones en la Unión Europea. La Propuesta de Directiva engloba a los gestores de todos los Fondos de Inversión que no estén cubiertos por la Directiva de Organismos de Inversión Colectiva. Sector residual que manejó más de tres billones de dólares en el año 2008 y que agrupa a los fondos de cobertura (hedge funds), capital privado (private equity), fondos inmobiliarios (real estate funds), fondos en materias primas (community funds) etc.

El Parlamento Europeo llevaba mucho tiempo pidiendo una regulación más estricta de estos fondos, especialmente de los fondos de cobertura. Se incluyen aquí los informes parlamentarios anteriores a la crisis que se han hecho eco de esta aspiración. Aspiración por otra parte que no fue nunca escuchada ni por la Comisión ni por el Consejo.

Este tipo de fondos no han sido los principales causantes de la crisis financiera que estamos viviendo. Sin embargo los riesgos asociados a sus operaciones han contribuido a las turbulencias financieros. Los fondos de cobertura han contribuido a la inflación de activos y al rápido crecimiento de lo que se ha venido llamando "créditos estructurados". Las masivas ventas a las que se han visto obligados para reducir su endeudamiento y atender las demandas de sus inversores han tenido un efecto procíclico en unos mercados muy sensibles y pueden haber contribuido a secar los mercados de capitales.

La Comisión se ha visto obligada a la luz de estos acontecimientos a presentar la Propuesta de Directiva a la que antes nos hemos referido. Propuesta de Directiva que, como también hemos dicho, somete a un régimen jurídico similar a un conjunto de fondos heterogéneos que, en mi opinión, deben ser regulados también de forma distinta.

Presidencia Española

España asume la Presidencia del Consejo de la Unión Europea en un momento especialmente delicado. Es la Primera Presidencia que se celebra después del Tratado de Lisboa, arranca en medio de una crisis económica sin precedentes, y tiene que diseñar un programa de reformas estructurales ambicioso para la próxima década.

La Presidencia española es la primera de las tres Presidencias -española, belga y húngara- que deben trabajar al unísono. Por eso el primero de los documentos que aquí se incluyen es el que plasma el programa de la "troika" que va a dirigir los destinos de la Unión en los próximos 18 meses.

El segundo documento que aquí se incluye es el presentado por el Gobierno español para los seis próximos meses. Se titula "Innovando Europa" y recoge los proyectos que la Presidencia española quiere llevar a buen puerto.

Estas prioridades han sido analizadas por el Partido Popular en un documento que se incluye a continuación. Fruto del acuerdo entre PP y PSOE al que se unieron otras fuerzas políticas es la Proposición no de Ley sobre las prioridades y objetivos de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea para el primer semestre de 2010.

Se incluyen a continuación las Reivindicaciones de la Comunidad Valenciana en la Presidencia española de la UE que recoge las aspiraciones de los valencianos que deberían ser impulsadas por el Gobierno central.

Supervisión Financiera

La crisis que hoy vivimos no se parece a ninguna de las crisis anteriores. El fuego ha empezado en el sector financiero y en el corazón del imperio. Como es bien sabido, los bancos americanos se empezaron a pelear por obtener cada día mayores rentabilidades y eso les empujó a conceder los llamados préstamos NINJA. Prestamos concedidos a personas sin rentas (no income), sin trabajos (no jobs) y sin activos (no assets).

La crisis no hubiese pasado de ser una crisis local si no fuese porque vivimos en un mundo globalizado. Cuando Nueva York se constipa, estornuda todo el planeta. Los créditos hipotecarios se "titularizaron" y se propagaron por todos los mercados. La cosa fue muy bien hasta que los intereses empezaron a subir y los activos inmobiliarios a bajar. Entonces empezaron los problemas en todos los mercados. Nadie sabía quién tenía qué y los bancos empezaron a no dar ni los buenos días.

Cuando las cosas se pusieron muy feas los Bancos Centrales se vieron obligados a tomar cartas en el asunto para intentar controlar un pánico que podría paralizar los mercados. Los fallos del mercado han obligado a los poderes públicos a intervenir de forma masiva. Reducciones de los tipos de interés en EE.UU, inyecciones de capital en todas partes y operaciones de rescate de las entidades financieras en riesgo siempre que fuesen lo suficientemente grandes. La insolvencia de un pequeño banco local no preocupa a nadie; la de un gran banco con millones de depositantes sí.

No es extraño que la ciudadanía se pregunte si tiene demasiado sentido el hecho de que las entidades financieras paguen dividendos formidables y altas remuneraciones a sus ejecutivos en épocas de vacas gordas y que sean los contribuyentes los que corran con los gastos cuando las cosas se tuercen. Eso es lo que se llama el dilema moral que nos recuerda los miles de e-mails que recibimos a diario.

Con este telón de fondo es perfectamente comprensible que todo el mundo coincida en que algo hay que hacer aunque nadie parezca saber muy bien qué. Pero si sabemos muchas cosas, entre otras, que ha habido un exceso de liquidez en los mercados, que la Reserva Federal se embarcó en una política expansionista sin precedentes, que se ha abusado del endeudamiento y que la regulación de las entidades financieras ha sido bastante deficiente. Sabemos, sobre todo, que los supervisores nacionales no han sido capaces de prevenir una crisis que se veía venir desde hacia tiempo.

Cuando salgamos de esta, hay que ponerse manos a la obra para que esto no se vuelva a repetir. Lo que hay que hacer es poner la economía financiera al servicio de la economía real y no al revés como ha ocurrido en estos años, y para eso hay que gobernar la globalización financiera y no limitarse a contemplar pasivamente como discurren los hechos. Lo que toca es implantar un cierto orden inspirado en tres principios cardinales: ética, responsabilidad y transparencia. Transparencia en las instituciones en los productos y en los mercados. Lo que viene es un capitalismo mucho más responsable, más regulado, más permeado por esa escuela de pensamiento que llamamos la economía social de mercado. Eso es exactamente lo que dice el Tratado de Lisboa.

En este contexto, el control y la supervisión financiera han cobrado un protagonismo inusitado en los últimos años. La Comisión Europea ha propuesto mejorar el marco europeo de Supervisión financiera sustentándolo en dos pilares: un Consejo Europeo de Riesgo Sistémico (CERS) que vigilará las amenazas potenciales que para la estabilidad financiera se deriven de la evolución macroeconómica y de la evolución del sistema financiero en su conjunto y un Sistema Europeo de Supervisores Financieros (SESF), consistente en una potente red de supervisores financieros nacionales que trabajen en tándem con las nuevas Autoridades Europeas de Supervisión, a fin de salvaguardar la solidez financiera de las empresas financieras individuales y de proteger a los consumidores de servicios financieros.

- Antecedentes parlamentarios.
- Informes de expertos.
- Comunicaciones de la Comisión.
- Propuestas de reglamento de la Comisión.
- Informes Parlamentarios.
- Compromiso del Consejo sobre la Autoridad Bancaria Europea.

Nuevo Plan de Acción de Servicios Financieros

La Presidencia española incluye entre sus prioridades la aprobación de un Plan de Acción de Servicios Financieros (en adelante, PASF) que cubra el periodo 2010-2015. En el capítulo titulado "El programa quinquenal de la Comisión "se incluye una comparecencia del Comisario Barnier en que explicita esta prioridad.

El nuevo Plan de Acción sustituye al que fue aprobado el 11 de mayo de 1999 que recoge la mayoría de las recomendaciones formuladas por un grupo de representantes personales de los ministerios de economía y hacienda y del Banco Central. Se adjuntan a continuación la Comunicación de la Comisión titulada "Aplicación del Marco para los Mercados Financieros: Plan de Acción en el que se fija una hoja de ruta detallada para modernizar los servicios europeos.

Se incluye también el informe parlamentario en el que se plasma la reacción del Parlamento a la Comunicación de la Comisión. Sólo indicar aquí que los Diputados europeos aplaudieron la estrategia de la Comisión para modernizar el sector pero enfatizaron que los tres objetivos del plan (liberalización, prevención de riesgos y armonización sobre la imposición del ahorro) debieron perseguirse de forma simultanea porque la tentación de avanzar más deprisa en la consecución del primero podía poner en peligro todo el proyecto. Exactamente lo que ha ocurrido.

Se incluye a continuación la sección del informe de Larosière destinada a analizar las soluciones políticas y reglamentarias para intratar de reducir la posibilidad que una crisis como la actual se vuelva a repetir. El informe apuesta por un nuevo programa reglamentario encaminado a reducir el riesgo y mejorar su gestión, mejorar los mecanismos amortiguadores del sistema, debilitar los amplificadores pro-cíclicos, fortalecer la transparencia y ofrecer incentivos adecuados para los mercados financieros.

- Comunicación de la Comisión: Aplicación del marco para los mercados financieros Plan de acción.
- Informe García-Margallo.
- Informe de Larosière.

La Crisis Financiera

La crisis que todavía estamos viviendo es la más severa que el mundo ha vivido desde la Gran Depresión de 1929. Empezó siendo una crisis de liquidez para convertirse pronto en una crisis de solvencia y desembocar a la postre en una gigantesca crisis de confianza. Los mercados financieros se secaron y el crecimiento y el empleo se resintieron en todo el mundo. Sólo cuando el crédito vuelva a fluir con normalidad podremos empezar a ver la luz al final del túnel.

La crisis actual es además una crisis generalizada que ha afectado a todos los países del mundo. La esperanza de que las economías emergentes compensasen la debilidad de las economías desarrolladas fue un espejismo que se desvaneció pronto. Por eso, se dice que estamos ante la primera crisis de la globalización.

La tormenta nos ha alcanzado a todos y entre todos tendremos que poner los medios para que en el futuro no nos vuelva a golpear. Para eso, hay que conocer lo que ha pasado en tiempos anteriores en circunstancias similares. Se incluyen, en primer lugar, las experiencias de Estados Unidos (1929), Japón (1998) y Suecia (1990); nunca una crisis es similar a otra, pero de todas se pueden extraer lecciones útiles.

Es también interesante conocer como ha ido evolucionando el enfermo a lo largo del tiempo. Repasar los diagnósticos y terapias que se han ido formulando a lo largo de esos meses. Por eso se reproducen aquí los artículos de prensa que me parecen más significativos y se reproduce la sección del Informe de Larosière dedicada a analizarlas. Este informe no es ni mejor ni peor que otros análisis dedicados al mismo tema, pero hoy constituye la interpretación “canónica” de la crisis y explica las propuestas sobre supervisión financiera que hoy tenemos entre manos.

Se incluyen a continuación las visiones de los economistas más laureados de nuestro tiempo. Pertenecen a distintas escuelas. Sólo algunos de ellos fueron capaces de predecir con tiempo el tsunami que se nos venía encima. La explicación de las causas de la crisis y las recetas a aplicar para superarla están muy influenciadas por sus respectivas ideologías. Todas son interesantes.

Cuando ya han pasado varios meses desde que estalló la tormenta, es útil saber como la han ido narrando los Organismos Internacionales que gobiernan la economía mundial. A eso dedico la primera parte de esta sección. La lectura de los informes del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Central Europeo (BCE) y de los líderes mundiales reunidos en el G20 es extraordinariamente ilustrativa.

La crisis no ha concluido aun, y ya se empieza a hablar de estrategias de salida. La Comisión Europea examinó en octubre de 2009 las cuentas públicas de los estados miembros. A la salida de la reunión Jean-Claude Juncker, el Presidente del Eurogrupo, alertó sobre las perniciosas consecuencias de la prodigalidad presupuestaria. En la misma reunión, Jean-Claude Trichet, el Presidente de la Banco Central Europeo (BCE), invitó a los europeos a reducir anualmente el déficit público en un punto porcentual del PIB a partir del año 2011.

Solo unos meses después, Trichet anunció la retirada de las medidas extraordinarias adoptadas por el BCE para garantizar la liquidez de las entidades financieras. En diciembre se celebró la última subasta de dinero a un año, y marzo verá el final de las subastas a seis meses. Los hechiceros de la tribu profetizan que a partir del verano empezaremos a experimentar subidas de los tipos de interés que hasta ahora se han mantenido bajísimos.

Last but not least, queda pendiente de solucionar la contabilización de los activos, especialmente, de los menos líquidos. En los próximos meses también habrá que restablecer las políticas de competencia tanto en el sector financiero como en el llamado economía real. Las leyes de guerra que se han aplicado en estos últimos tiempos parece que van a ser derogadas muy pronto, y volveremos entonces a las políticas ordinarias y más ortodoxas.


Y ahora toca hablar de España.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) augura que hasta 2014 no se recuperarán los niveles de riqueza alcanzados en 2008, porque a la crisis internacional se ha sumado una crisis doméstica de magnitudes desconocidas. España será el único país de la zona euro que seguirá en recesión en 2010, con la excepción de Irlanda y tardará más en salir que los demás: EE UU, Canadá y Francia recuperarán los niveles de PIB previos al batacazo actual en 2011. Japón y Reino Unido lo harán en 2012. Sólo Alemania e Italia tardarán casi cinco años en recuperar los niveles anteriores a la crisis, aunque sus niveles de paro no serán tan alarmantes como los nuestros.

Así las cosas, la retirada de las medidas extraordinarias adoptadas para capear la crisis nos van a coger con el pie cambiado. El Banco Central Europeo subirá tipos de interés cuando las economías de los países centrales empiecen a recuperarse y eso será cuando la economía española aún esté en recesión. Si a eso se suma una política fiscal restrictiva y la falta de reformas estructurales de calado, es probable que nuestra recuperación sea débil. Para evitar esquivar esta maldición, España necesita recuperar la competitividad, estabilizar sus cuentas públicas y reformar un mercado laboral que no funciona.

- Las pasadas experiencias.
- Lo que anunciaron los profetas.
- Lo que los gurús y la prensa han dicho.
- Los pronósticos del Fondo Monetario Internacional.
- La doctrina del Banco Central Europeo.
- Lo que el G20 ha consensuado.
- El futuro próximo.

Introducción de mi blog

Las nuevas tecnologías han revolucionado la comunicación política. El Partido Popular perdió las Elecciones Generales de 2004 porque "alguien" movilizó a través de los móviles a una ciudadanía conmocionada por el atentado más grave que hemos sufrido los españoles en nuestra historia moderna. Obama llegó a la Casa Blanca gracias a un buen uso de Internet.

Pero las tecnologías son sólo un medio para transmitir ideas y cuando no hay ideas sólo se vende humo. Dice Azaña que, "si en España cada uno hablase sólo de lo que sabe, se haría un gran silencio nacional que favorecería la reflexión".

Como yo no sé de todo quiero utilizar este blog para acercar el Parlamento Europeo a los ciudadanos y recoger sus inquietudes. Especialmente cuando se trata de redactar las disposiciones que afectan a su vida diaria. La Comisión propone y el Consejo de Ministros y el Parlamento disponen.

Invito a quienes quieran participar en el proceso legislativo a que me hagan llegar sus propuestas con un texto breve y bien argumentado.